El turismo es un eje estratégico esencial para el desarrollo de nuestra capital. Hoy las cifras nos hablan de Santiago solo como una estación de paso hacia otros destinos más “atractivos” y queremos cambiar esa realidad. La reciente creación de la Corporación Regional de Turismo de Santiago es un avance en esa línea, ya que nos permitirá aunar los esfuerzos hoy dispersos de particulares, municipios y gremios.
De acuerdo a los datos disponibles, la llegada de turistas a nuestro país se ha incrementado de manera importante en los últimos años, pasando de 3.5 millones en 2014 a 5.6 millones este 2017. En la RM se ha dado la misma constante, ya que de un millón de personas en 2007 hemos pasado a 1.9 millones en 2016. El aumento ha sido de un 91,4% en total, ponderando un crecimiento promedio de 7,9% anual.
Sin embargo, pese a que en 2016 la Región Metropolitana recibió al 34% del total de turistas que llegó al país, no se ha podido superar la condición de estacionalidad turística, ya que no se mantienen niveles estables de demanda a lo largo del año. Tampoco se ha podido incrementar sustantivamente la permanencia en Santiago, cifra que aún ronda las 2 noches.
Nuestra ciudad tiene importantes atractivos. Como pasar, en poco más de una hora, de la cordillera al mar. O la ruta del vino. O nuestro Parque Metropolitano, uno de los más grandes del mundo y con una vista privilegiada de la ciudad. O la variada oferta patrimonial, cultural y gastronómica. En fin, una ciudad que poco tiene que envidiar a otras capitales latinoamericanas.
Pero quizás nuestro mayor plus sea esa fama de ciudad limpia, ordenada, estable y segura, que nos permite potenciar el turismo de convenciones y el turismo de compras. Recientemente recibimos por parte de la prestigiosa revista Business Destinations el premio como Mejor Destino del Turismo de Negocios 2017 de Sudamérica, y albergamos en conjunto con SERNATUR la Feria FIEXPO a inicios de junio, la cita más importante de turismo de reuniones e incentivos de Latinoamérica.
Creemos que en esa área de la industria turística hay muchas oportunidades de crecimiento, lo que incluso nos permitirían apalancar al resto. Pero para entregar una experiencia seductora que estimule el regreso o permita transmitir una buena impresión en sus lugares de origen, debemos impulsar la alianza público-privada y comprometernos para tener una ciudad cada día más global, más competitiva y más acogedora. Porque en este tema, la primera impresión sí importa.
